2 días, 2 días en los que Justin había estado más extraño
que nunca. Aunque no quisiera admitirlo, eran innumerables las veces en las que
se quedaba pensativo y callado, observándome. Me encantaría que él y Josh
dejaran de actuar tan extraño. Miré el despertador, marcaba las 7:30. Me había
vuelto a quedar dormida. Me levanté un poco más rápido de lo usual y entré de
inmediato a la ducha, no tenía tiempo que perder. En cuanto me vestí, corrí
escaleras abajo y desayune en tiempo record, no podía llegar tarde otra vez
esta semana. Me deslice en el asiento, literalmente, y arranqué el auto. Solo
tenía 5 minutos, adiós permiso de conducir si llego a cruzarme con un policía.
Llegue en tiempo record, salte del vehículo y corrí a través
de los pasillos. Excelente, clases en el 3 piso. El problema está en no mirar
hacia el frente mientras corres ¡Buum! Y al suelo.- Genial, ¿podrías fijarte
por dónde vas?- dije irritada, ahora sí que llegaría tarde.
-Disculpe, pero no era yo quien venía corriendo señorita
¿Lidfers? - Esa voz. Oh mi Dios, el director. Excelente Lizzie, con esto mínimo
conseguirás detención por semanas y una suspensión segura.
-Lo siento mucho, no sabía que era usted-Trate de excusarme,
evitando su mirada. Me levanté del suelo lo más rápido que pude.
-Usted sabe perfectamente que correr en los pasillos de esta
institución y llegando tarde, temo pedirle que me acompañe a mi oficina.-Oh no,
si mi padre se entera me va a matar. Asentí, sin decir una sola palabra, esto
iba a costarme muy caro.
Lo seguí sin levantar la mirada. Mi padre iba a molestarse
mucho si lo llamaban de la escuela, tenía tanto tiempo sin que esto ocurriera.
Me adentre en la familiar oficina, una gigantesca biblioteca al fondo, apuesto
a que no habían leído jamás la mitad de esos libros. Una mesa rectangular de
color caoba, sobre ella un viejo monitor y una Mac a su lado. Lo familiares
sofás de cuero, que eran tan incómodos que hacían peor la visita a la oficina
del director, las persianas estaban en su punto más alto por lo que la
habitación estaba completamente iluminada.- Tome asiento señorita Lidfers,
vuelvo en un minuto- Suspire y obedecí. En cuanto me senté el director entró y
se sentó frente a mí.-¿Elizabeth? Pensé que ya habíamos arreglado los problemas
de conducta. Estoy decepcionado, según este registro es la tercera vez esta
semana que llegas tarde a clases, sin contar faltas a clases inexplicables
después de la hora del almuerzo y una pelea en la que se vio involucrada. ¿Qué,
necesitamos una reunión con su padre? No creo que desee volver al internado en
Inglaterra, pero si continuamos con estas faltas me temo que tendré que
sugerirle a su padre lo mismo.-Creo que mi expresión fue lo que esperaba porque
sonrió- Eso pensé, yo solo quiero ayudarla señorita. Por esta vez lo dejaré
pasar, pero vuelve a infringir alguna de las reglas de esta institución y
personalmente llamaré a su padre para decirle lo que ocurre,
¿entendido?-Asentí. Lo último que quería era regresar allí, fue horrible estar
en esa escuela. Empezando porque tienen algo contra los norteamericanos, nada a
mi favor.-Creo que todo quedo claro, puede retirarse ahora- dicho esto, giro en
su asiento y comenzó a teclear en su computadora. Me levanté y salí de allí lo
más rápido que pude.
Genial, esto era lo que me faltaba. Subí las escaleras
rápidamente, nunca pensé que hubiera estado tanto tiempo allí, solo quedaba 1
hora para que acabara la clase, pero no quería meterme en más problemas así que
apresure el paso. Cuando entré al salón todos giraron a verme, un poco
humillante, me excuse con la profesora y tome asiento.
Las miradas acusadoras de Kate y Dustin estaban sobre mí, no
quería decirle a nadie de mi incidente, ni de que estaba casi expulsada de la
escuela. Si Justin se enteraba iba a ponerse muy irritante. La clase pasó más
rápido de lo que espere y antes de que pudiera salir del salón Dustin estaba a
mi lado, pasando su brazo sobre mis hombros con la sonrisa más fingida que
había visto jamás-No me veas así-le reproché en seguida, querían acabar con mis
nervios hoy, ya estaba lo suficientemente frustrada.
-¿Qué quieres que haga Liz, te aplaudo? ¿Por qué volviste a
llegar tarde?-No sé que fue peor, su mirada o la de Kate mientras salía del
salón. Ni siquiera se molesto en decirme algo. Vamos, solo había llegado tarde,
no era para tanto.
-Dust, ya basta, sé que está mal llegar tarde, pero tampoco
es para que se molesten-dije mientras recogía mis cosas, el tomo mi bolso y se
ofreció a llevarlo, no me opuse, ya mi día era lo bastante malo. Mi próxima
clase la compartía con Justin y Josh, de seguro ya Kate le habría ido con el
chisme a Justin y se pondría a darme un sermón, lo último que necesitaba era
eso. Dustin se despidió de mi en cuanto vio a su hermano gemelo, que me estaba
esperando frente a mi casillero con una mirada acusadora, ya mi mejor amiga le
habría contado, genial. Me acerqué a él con la mejor sonrisa que pude fingir y
me puse de puntitas para darle un beso en la mejilla.
-¿Piensas explicarme por qué esta mañana llegaste tarde y
estabas en la oficina del director?-su mirada era severa, sus mejillas estaban
ligeramente sonrojadas, cosa que solo ocurría cuando se molestaba. Suspire y me
cruce de brazos mientras me recostaba en mi casillero, realmente odiaba que él
me tratara así.
-Sólo estábamos hablando, nada del otro mundo y deja de
hablarme de esa forma, como si hubiera cometido un delito o algo-le dije
amenazante, estaba molesta, por todo lo que había ocurrido, y Justin era quien
iba a sufrir las consecuencias de mi mal humor.
-¿Cómo quieres que este? Últimamente te comportas de una
manera extraña, no te importa faltar a clases y eso está mal pequeña, solo hará
que te castiguen-Oh cielo, ¿por qué tenía que decirme esas cosas justo él?-¿Vas
a decirme por qué hablaban o tampoco puedo saberlo?-dijo fastidiado. ¿Qué
demonios le ocurría a Justin hoy?
-No era nada Justin, sólo me atrapo llegando tarde, eso es
todo-dije desviándole la mirada, era difícil mentirle y más aún cuando me
miraba de aquella manera tan fría. Ya mi día era bastante malo como para que él
me hiciera sentir peor. Quería irme a casa, el director amenazándome afecto por
completo mi día-.
Cuando quieras hablarme de buena manera, búscame-Dichas estas
palabras deje a Justin solo en el pasillo, era mejor así o íbamos a terminar en
una verdadera disputa.
Justin no se molesto en hablarme más, por lo menos hasta que
llego la hora del almuerzo. Me senté en unas de las mesas de la cafetería,
estaba sola. Emily estaba con Dustin, Josh con Kate y mi novio quien sabe dónde.
No me gustaba estar sola, me sentía tan…dramática. Me levanté de la mesa y
decidí ir al jardín, por lo menos a alguien tendría que encontrarme.
Claro, no esperaba encontrar a mi novio hablando con Bridget
en un rincón de la cafetería. ¿Era algo relacionado con esa? ¿Por eso estaba
tan extraño? Esto era suficiente, mi día ya era pésimo. Respire profundo y
seguí caminando, no iba a hacer un escándalo, no podía hacer un escándalo. Hoy
no era mi día, ¿cómo podían ocurrirle tantas cosas malas a una persona en el
mismo día? Es decir, es casi imposible que alguien tenga tan mala suerte como
yo. ¿Y dónde estaban mis amigos? Brillaban en su ausencia. Me senté sobre el
césped, respire profundo. Podía matar a alguien justo en este momento, por lo
menos ganas no me faltaban. Cerré mi ojos y suspire.
-Creo que debemos hablar…-la voz de Justin irrumpió mis
pensamientos.
-¿Hablar Justin? ¿Por qué no regresas y hablas con Bridget
como hace unos minutos? Además yo no
tengo NADA que hablar contigo-dije sin siquiera mirarlo, estaba demasiado
furiosa, conmigo misma, con el director, con él, con todos. Que día tan
terrible.
-Lizzie, deja de ser malcriada. Necesito decirte algo
importante-dijo mientras se ponía frente a mí. El se molestaba si me veía cerca
de Zac, yo no podía molestarme si el de repente estaba con Bridget.
-¿Necesitas? Yo también necesito hablar con alguien Justin y
resulta que ni tú, ni nadie esta conmigo, porque hoy todos están molestos solo
porque llegue tarde y les dio por no hablarme. Y si piensas volver a tratarme
como lo hiciste en la mañana pues te ahorraré la molestia, vete y ya. Mi día es
lo suficientemente malo como para que vengan y lo empeoren-Le grité. Necesitaba
desahogarme, de alguna manera lo había hecho. Suspiró y me observo por un momento.
Estaba al borde de las lágrimas, quería golpear algo. Maldita sea, ¿por qué era
tan ridículamente sensible?. Lloraba hasta por estar molesta. Mi novio me miro
directamente a los ojos y en seguida sus brazos estuvieran alrededor de mi
cintura. Intente impedirlo pero me sujeto aún más fuerte. Empecé a llorar y,
literalmente, moje su camisa con mis lágrimas. Me sentía demasiado mal,
necesitaba desahogarme de alguna manera y no podía contarle lo que me dijo el
director, simplemente no podía.
-¿Qué sucede Liz? ¿Qué pasa que no quieres contarme?-
acaricio mi cabello, mi mentón descansaba en su hombro y llegue al punto de
estar sentada en su regazo. Parecía una pequeña que lloraba por un berrinche o
algo parecido.- Basta pequeña, no hay ninguna razón por la que tengas que
llorar. Mira, estamos preocupados por ti, eso es todo.-Justin no tenía ni idea
de lo bien que me hacía sentirme así, tan protegida a su lado. Suspire y bese
su hombro, no es que ya le hubiera perdonado lo de Bridget, después
arreglaríamos cuentas, pero necesitaba tanto eso.
-Te amo-susurre en su oído derecho, en seguida giro su
rostro y atrapo mis labios, deposito un corto beso y sonrió, a esto me refería.
Olvidar todo. Por lo menos por unos minutos. Escuche el timbre, era hora de ir
a clases, regresar a mi mundo lleno de problemas. Le sonreí a duras penas.
Antes de levantarme, Justin paseo sus dedos por mis pómulos, arrastrando los
restos de lágrimas que me quedaban en el rostro. Extendió su mano hacia mí y
entrelazo sus dedos entre los míos.
-Te amo muchísimo más-susurro mientras caminábamos por el
pasillo lleno de alumnos que se dirigían a sus clases. Por suerte esta era la
última clase y era con él. Historia, ¿Cómo demonios voy a concentrarme en
clases cuando tengo este montón de cosas en mi mente? Y Justin no ayudaba nada
sentado detrás de mí, jugueteando con mi cabello. Definitivamente quería
sacarme de quicio, eso era más que seguro. No sé si eran ideas mías o mi reloj
iba más lento que el resto. Este día solo podía empeorar con esta clase de
Historia moderna.
Después de 3616783781 insufribles horas escuchando al
profesor por fin acabo la clase, recogí mis cosas y salí del salón sin mirar
atrás.-Vaya, gracias por esperarme-Justin tomo mi cintura e hizo que me
detuviera. Sonreí en modo de disculpa. Mi novio tomó mi mano y continuamos
caminando. Salí de la institución y llegue a hasta mi auto, quería irme cuanto
antes de allí, era mejor así.
-Será mejor que tengas una buena
excusa por no haberme respondido el teléfono-Escuché la atorrante voz de
Andrés, ¿quién lo habría dejado pasar? Pensé que deje muy claro que no quería
recibir visitas hoy. Me eche el edredón encima y fingí estar dormida. Escuché
como cerraba la puerta y caminaba hacia mi cama en silencio. Salto sobre mi y
comenzó a hacerme cosquillas, comencé a reír en seguida-. Pequeña mocosa,
¿Crees que no te conozco? Lizzie eres mi otra hermanita, por favor-. Intenté
que no me quitara el cobertor, pero me fue imposible. Estaba sobre todavía y
podía decirles que pesaba bastante.
-Ya bájate Andy, me estás
aplastando-dije riendo, por lo menos alguien había logrado subirme el ánimo un
poco.-Espera, ¿qué haces aquí?-pregunté extrañada. No la había contestado el
teléfono pero no era como para que viniera a mi casa.
-Bueno peque, no creas que soy
tonto, puede que no siempre este contigo pero sé lo que te pasa, sobre todo
después de ver la escenita que hiciste con Justin.-respondió, claro que no sabía
que me pasaba, nadie lo sabía, y nadie debía saberlo, eso era seguro. Pero mi
mejor amigo podría guardar el secreto.
-Tú no sabes nada, y la escenita
fue solo el comienzo, espera que vea a Bridget-dije mientras me cruzaba de
brazos, había olvidado que tenía que “comportarme” de aquí a que acabaran las
clases, quedaban unas cuantas semanas para que eso ocurriera.
-Sabía que tu mal humor tenía que
ver con Justin, pero hay algo más que no me estás diciendo Lizzie, sé que me
estás escondiendo algo. –Maldita sea, ¿por qué tenía que conocerme tan bien?
Detestaba tanto eso a veces. Desvié la mirada, podría contárselo, pero no
ahora. Pasee mis dedos por mi cabello y luego mi celular comenzó a sonar otra
vez. Mire la pantalla antes de pisar el botón para desviar las llamadas, era
Kate. Había perdido la cuenta de cuantas llamadas había dejado de contestar
hoy.- ¿Por qué no contestas?-preguntó Andrés, antes de que yo pudiera colgar me
quito el celular y contestó.- ¿Hola? ¿Qué tal todo hermosa? ¿Lizzie?-el muy idiota
no entendía aún que no quería hablar con nadie. Me levanté de la cama, y me
dirigí al baño, pude sentir los pasos de Andrés detrás de mí, así que cerré la
puerta en su cara.- Bueno, ella está en una etapa de suma malcriadez y no puede
atender el teléfono-escuché gritar a mi mejor amigo del otro lado de la puerta.
¿Qué demonios? Maldito idiota. Debería empezar a dejar de maldecir tanto. Abrí
la puerta rápido y le arranqué el celular de las manos.
-¿Hola? ¿Kate?-pregunté, un poco
tonto teniendo en cuenta que yo misma había visto quien me había llamado antes.
-Oye, por fin contestas. ¿Qué está
pasando? ¿Por qué tus actitudes de ermitaña?-Dijo mi amiga alterada, no pude
evitar reír ante la comparación. Parece que después de todo, debería haber
contestado desde el primer momento en que me llamaron.
-Lo siento, estaba algo…cansada,
necesitaba pensar unas cosas-Me excuse, era un poco vaga la respuesta pero ¿Qué
más podía decirle? – Y dime, ¿qué sucede? Tengo como 3 mil mensajes tuyos en la
contestadora.
-Quería invitarte a una fiesta que
haré hoy, es que mi papá y mi madrastra no estarán y mis hermanos se van a casa
de su abuela así que casa sola por 1 noche- Dijo casi en un grito, esta chica y
sus locas ideas, debería ir. Seguramente estaría Bridget allí y si podría
decirle todo lo que quería sin tener que ser en la escuela.- ¿Qué dices? Si no
vienes me voy a molestar muchi…
-Está bien, iré. Pero no vayas a
decirle a Justin, tu di que me avisaste y no sabes si iré o no. No preguntes,
es un cuento largo y asegúrate de que vaya Bridget…-la interrumpí antes de que
comenzara con su drama
-Espera Liz, ¿Qué está pasando? Tú
sabes muy bien que ella y yo no somos amigas y mucho menos después de todo lo
que ha hecho- Demonios, ¿Cómo iba a hacer todo lo que quería si las cosas se
complicaban tanto? Suspire y me quede callada esperando que se me ocurriera
algo. Kate no iba a invitar a Bridget, bueno, qué más daba, ya tendría tiempo
para hablar con ella de sobra.
-Está bien, no le digas nada a
Justin. Adiós, te veo luego-me despedí y colgué sin dejarla decir una sola
palabra más. Las frías manos de mi mejor amigo me tomaron por sorpresa al
posarse sobre mis hombros, había olvidado por completo que él estaba allí.
Volví a suspirar, y lo abracé, el muy idiota había alegrado mi tarde.- Te
quiero, gracias por haber venido-le dije mientras cerraba los ojos, Andy era
como un hermano mayor para mi, siempre dispuesto a protegerme, era genial-.
Ahora, debes irte, Kate dará un fiesta y puede entender que tengo que ducharme
y todo eso.- Comencé a empujarlo sin éxito alguno, se cruzo de brazos y me miro
sonriendo.
-Está bien, está bien. Pero antes
quiero mi recompensa-dijo y señalo su mejilla. Me puse de puntitas y le di un
beso en la mejilla-. Muy bien, ahora si me voy, te veo en un rato Liz-Fue lo
último que le escuche decir, me metí en el baño y me deje llevar por la
relajante ducha.
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Como quisiera recibir más comentarios, sería perfecto.
No quiero dejar a la única persona que comento con dudas o algo así. Aquí esta el capitulo. Las pocas personas que visitan mi blog, recomiéndenlo por favor, les estaré muy agredecida.
Besos pequeña/os.
COMENTEEEEN.
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